lunes, 2 de junio de 2008

¿Eres un buen mexicano?

Publicado por: Jorge
fuente: http://www.larevista.com.mx/ver_nota.php?id=959


La creencia general anterior era que Zedillo no servía. Actualmente se dice que Fox no sirve y el que venga después de Fox tampoco servirá para nada. Por eso estoy empezando a sospechar que el problema no está en lo ladrón que haya sido Salinas, en la ineptitud de Zedillo o en lo hablador que es Fox.

En problema está en nosotros. Nosotros como pueblo.

Nosotros como materia prima de un País.

Porque pertenezco a un País donde la viveza es la moneda que siempre es valorada tanto o más que el dólar. Un País donde hacerse rico de la noche a la mañana es una virtud más apreciada que formar una familia a largo plazo, basada en valores y respeto a los demás.

Pertenezco a un País donde, lamentablemente, los periódicos jamás se podrán vender como se venden en otros países, es decir, poniendo unas cajitas en las aceras donde uno paga por un sólo periódico Y SACA UN SOLO PERIODICO, DEJANDO LOS DEMÁS DONDE ESTÁN.

Pertenezco al País donde las empresas privadas y Secretarías de Estado son papelerías particulares de sus empleados deshonestos, que se llevan para su casa, como si tal cosa, hojas de papel, bolígrafos, carpetas, marcadores y todo lo que falta para la tarea de sus hijos.

Pertenezco a un País donde la gente se siente triunfal si consigue robarse la señal de Cablevisión del vecino, o se piratean el Sky. Un País donde la gente INV ENTA a la hora de llenar sus declaraciones de Hacienda, para no pagar o pagar menos impuestos.

Pertenezco a un País donde la impuntualidad es un hábito, en donde los directivos de las empresas no generan capital humano. Donde no hay interés por la Ecología, donde las personas tiran basura en las calles y luego le reclama al gobierno por no dar mantenimiento al drenaje.

Un País donde no existe la cultura por la lectura y no hay conciencia ni memoria política, histórica ni económica.

Donde nuestros diputados y senadores trabajan pocos días al año (y cobran todos los demás como altos ejecutivos) para aprobrar una reforma (miscelánea) fiscal al vapor, que lo único que hace es hundir al que no tiene, fregar al que tiene poco y beneficiar sólo a unos cuantos.

Pertenezco a un País donde las licencias de conducir y los certificados médicos se pueden comprar sin hacer ningún examen.

Un País donde puede subir una persona de edad avanzada, o una mujer con el niño en brazos o algún minusválido a algún autobús y la persona que viene sentada en el asiento especial para estas personas se hace la dormida para no dárselo, y si alguien le reclama, se levantará, pero para dar un golpe o decir una mala palabra.

Un País donde el derecho de paso es para el vehículo y no para el peatón (¿verdad, señores policías?).

Un país donde su gente está llena de faltas, pero que disfruta criticando a sus gobernantes. Mientras más le digo rata a Salinas, mejor soy yo como persona, a pesar de que apenas ayer compré discos y ropa pirata y me consiguieron todas las preguntas del examen de matemáticas de mañana.

Mientras más le digo falso a Fox, mejor soy yo como mexicano o mexicana, a pesar de que apenas esta mañana me fregué a mi cliente a través de un fraude que me ayudó a pagar algunas deudas.

No, no, no... ¡YA BASTA!!

Como materia prima de un país, tenemos muchas cosas buenas, pero nos falta mucho para ser los hombres y mujeres que nuestro País necesita.

Esos defectos, esa sagacidad congénita, esa deshonestidad a pequeña escala que después crece y evoluciona hasta convertirse en casos de escándalo, esa falta de calidad humana, más que Salinas o que Fox, es lo que nos tiene real y francamente mal.

Lo siento. Porque, aunque Fox renunciara hoy mismo, el próximo presidente que lo suceda tendrá que seguir trabajando con la misma materia prima defectuosa que, como pueblo, hemos sido nosotros mismos.

Y no podrá hacer nada, no tengo ninguna garantía de que alguien lo pueda hacer mejor, pero mientras nadie señale un camino destinado a erradicar primero los vicios que tenemos como pueblo, nadie servirá. No sirvió Salinas, ni sirvió Zedillo, ni sirve Fox, ni servirá el que venga.

¿O qué? ¿Necesitamos traer a un dictador, para que nos haga cumplir la ley con la fuerza y por medio del terror?

Aquí hace falta otra cosa. Algo más que cacerolazos o paros. Y mientras esa otra cosa no empiece a surgir desde abajo hacia arriba, o desde arriba hacia abajo, o del centro para los lados o como quieran, seguiremos igualmente condenados, igualmente estancados,,, ¡igualmente fregados!!

Es muy sabroso ser mexicano y vivir a la mexicana, pero cuando esa mexicanidad autóctona empieza a hacerle daño a nuestras posibilidades de desarrollo como Nación, ahí la cvosa cambia...

No esperemos encenderle una velita a Todos los Santos, a ver si nos mandan un Mesías. NOSOTROS tenemos que cambiar, ya que un nuevo presidente con los mismos mexicanos, no podrá hacer NADA.

Está muy claro... ¿O no? Somos nosotros los que tenemos que cambiar. Yo creo que esto coincide muy bien en todo lo que nos pasa. Fiesta nacional por un segundo lugar (medalla de plata). Héroes nacionales a quienes ganan algo, lo que sea, porque nos urge vernos reflejados en alguien ganador (porque nosotros no nos creemos ganadores).

Tenemos que reflejarnos en los triunfos de otros, porque los nuestros son muy escasos. También sus derrotas las hacemos nuestras. Disculpamos la mediocridad mediante programas de televisión nefastos y francamente tolerantes con el fracaso.

Es la industria de la disculpa y la estupidez. Somos patéticos.

Ahora, después de este mensaje, francamente he decidido buscar al responsable, no para castigarlo, sino para exigirle (sí, EXIGIRLE) que mejore su comportamiento y que no se haga que la virgen le habla.

Sí, he decidido buscar al responsable. Estoy seguro que lo encontraré cuando ME VEA EN EL ESPEJO. ¡AHÍ ESTARÁ!! ¡NO NECESITO BUSCARLO EN OTRO LADO!!

Y tú... ¿Qué piensas?

¡Reflexiona!! Manda este mensaje a todos tus conocidos. Necesitamos hacer conciencia...

Ya nos está llevando el carajo y, si seguimos así, nos va a llevar la mamá del carajo... ¿O no? ¿Qué opinas?